Hay una gran diferencia entre “tener que hacer” y “querer hacer” algo.
Motive a la gente para lo segundo y ellos se mostrarán interesados en el mejor sentido…
La motivación es uno de los elementos principales del ser humano. Se trata de su motor central. Todos necesitamos motivos para movernos.
En algunos países, se ha desfigurado un concepto fundamental: EL INTERÉS; cuando una persona afirma: «Oye, tú eres un interesado», inmediatamente la afirmación se escucha degradante, fuera de lugar.
Decir que alguien es interesado equivale a calificarlo de ambicioso y avaro, aun cuando el concepto está totalmente equivocado.
Reflexionemos: A Usted le interesa su esposa, sus hijos, su trabajo, su nación.
Bien, pues le voy a dar una noticia: ¡Usted es un interesado!
En realidad, aquellos que no tienen interés son gente muerta en vida; es más, esa gente parece como si estuviera disecada por no tener ambiciones
Lo único que mueve al hombre es el deseo de ser mejor, de tener una casa, un automóvil, una bonita familia, de recibir un título profesional, de ser una persona preparada.
Los deseos mueven al ser humano.
Existen obviamente deseos positivos y deseos negativos, y como personas que queremos alcanzar el éxito, nosotros tenemos que capitalizar los deseos positivos de los demás y los propios. La gente es ambiciosa, tiene sus propios deseos y nosotros contribuimos a su proyección y a la de nuestra familia o empresa sembrando en ellos nuevas ambiciones para lo cual necesitamos motivarlos.
La motivación es un elemento fundamental para cualquier ser humano. Hay motivaciones de muy diversa índole. Por ejemplo, usted puede motivar a su perro con un puntapié. Alguien dirá: «Lo maltrataste.» Sí, pero a final de cuentas el perro se movió (no digo que lo haga). Motivación significa «mover», hay quien mueve a puntapiés, hay quien lo hace con zanahorias o recompensas, y hay quien mueve por medio de deseos legítimos, estrellas y sueños a realizar.
Lo más importante para una empresa, para una nación y para una familia es tener motivos para ser mejor, y yo le aseguro que si usted se dedica a enriquecerse y enriquecer a su familia o personal de su empresa para que quieran hacer las cosas, usted va a lograr resultados sorprendentes.
Empiece por preguntarse si prefiere que sus hijos «tengan» o «quieran» estudiar, que sus trabajadores «tengan» o «quieran» trabajar. ¿Desea usted que la gente «tenga que hacer las cosas» o prefiere que «quiera hacer las cosas»?
La respuesta lógicamente está en motivar a la gente para que «quiera» hacer las cosas.
HAY UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE “TENER QUE HACER” Y “QUERER HACER” MOTIVE A LA GENTE PARA LO SEGUNDO Y ELLOS SE MOSTRARAN INTERESADOS EN EL MEJOR SENTIDO.
D. R. A.