Te mostraremos una simple lista de pasos que puedes cumplir fácilmente y desde hoy mismo, que te ayudarán no sólo a evitar que todas tus habitaciones se llenen con todo tipo de objetos, sino que también podrás aplicar en tus acciones para cumplir metas más fácil que nunca.
Presta atención a estas sencillas reglas y conviértete en un ser más ordenado desde hoy y para siempre.
1. Un lugar para cada cosa (y cada cosa a su lugar)
Sabemos que es tedioso, en especial si acostumbras llegar a casa y dejar parte de nuestra ropa sobre el sofá, los zapatos en la sala y tus paquetes sobre la mesa, pero es un paso fundamental para ser más ordenado. Primero debes decidir un lugar para cada cosa, haciendo que te sea muy práctico colocarlas allí al llegar a casa. Necesariamente la nueva realidad de éste tiempo, nos ha llevado a cambiar muchos de nuestro hábitos, pero aún así, siempre podemos y debemos mejorar con el propósito de tener una mejor calidad de vida, proteger la salud de nuestra familia, facilitar más cada día nuestra ya ajetreada agenda de actividades y de paso lograr unas mejores condiciones de convivencia con los demás.
Podemos iniciar con detalles tan sencillos como liberar todo un estante para colocar tus objetos de uso cotidiano, tu bolso o maletín y tus libros, pon un perchero para colgar el abrigo y todo lo que traigas en la mano al llegar a casa, crea una alfombrilla para dejar tu calzado en la puerta de ingreso a tu casa (más aún en tiempos de pandemia, cuando no debe ingresar nada al hogar sin antes ser desinfectado), y así no desordenarás ni contaminarás el resto de la casa.
Si notas que no tienes un espacio adecuado para algún objeto, sé creativo. Usa cajones deslizables debajo de la cama, crea estantes en muros abiertos, usa bolsas plásticas de cierre a presión para separar los calcetines, calzado, prendas de vestir etc. Haz lo que sea necesario para ordenar más fácilmente, etiquetando cada espacio o sitio de guarda conforme te sea de utilidad, y enseña a los demás miembros de la familia a llevar a cabo las mismas disposiciones de orden, limpieza y cuidados.
Recuerda usar ese sitio para cada elemento, y no para algo más. Si has dejado un banquillo en tu habitación para colocar la pijama que te quites antes de lavarla, no dejes allí la novela que estás leyendo ni las gafas, teléfono etc. Ser ordenado implica respetar el sitio para cada cosa, hasta convertirlo en un saludable hábito.
2. Guarda en cuanto desocupes
Lo último del paso anterior para saber cómo ser ordenado es fácil de anticipar: guarda. Coloca todo en su lugar, en tiempo y forma. Cuando haces uso de algún elemento, sea del lugar de la casa que sea, procede inmediatamente a limpiar y/o guardar una vez terminado su uso antes de iniciar otra actividad o de irte a dormir. ¿Ya preparaste la cena y comiste una deliciosa comida? Pues ser más ordenado es también lavar los utensilios, y una vez secos, es fundamental guardar cada cosa en su lugar.
3. Ayúdate a recordar cómo ser más ordenado
Coloca notas, carteles adhesivos y recordatorios de todo tipo que te obliguen (a ti y todos en casa) a ser más ordenados, por ejemplo, con un texto que diga claramente que guardes todo lo que hayas usado en el momento en que lo desocupes o antes de ir a dormir, y mantenlos a la vista por no menos de 15 días. Pasado este tiempo verás que ordenar ya es natural y guardarás todo en su lugar sin darte cuenta.
4. Expande el método a tus necesidades
Hay quienes optan por soluciones más creativas, y definen carteles para indicar el espacio de cada cosa. Si te es de utilidad, crea una lista de pendientes del día que te ayude a recordar cuándo guardar cada elemento, según ya se haya secado, ventilado, o lo que sea.
La tecnología también será tu aliada: crea recordatorios en tu teléfono inteligente o en tu ordenador que te digan qué debes hacer, cuándo y cómo ser más ordenado fácilmente, sin desatender tus obligaciones. Este es un buen consejo, en especial durante los primeros días en los que comiences con el hábito. Lo mismo puedes hacer con tus planes y tareas del día: crea una lista y déjala en el espejo del baño, en la nevera, donde la veas fácilmente para recordar qué tareas se deben cumplir, y en qué orden, así te será fácil ser más ordenado y cumplir tus propósitos sin demoras, sin olvidos y sin distracciones.
5. Deshazte de lo innecesario
Si en verdad quieres saber cómo ser ordenado, hay una verdad inevitable: cuanto menos tienes, más fácil será mantener todo en orden. Si tienes cientos de libros que ya leíste, dona algunos a la biblioteca pública o a escuelas, conservando sólo algunos. Si tienes diez abrigos de invierno (que seguramente no usas) conserva dos o tres, y dona el resto a un hogar transitorio o a una entidad de caridad. Ayudarás a tu prójimo, te sentirás de maravillas, y al tener más espacio en tu casa tendrás más orden, sintiéndote aún mejor.
Ser ordenado te permitirá disfrutar más de tu hogar, sobresalir en tus actividades y gozar por los éxitos de las metas cumplidas, gracias a un poco de planificación y algo más de disposición. ¡Sigue estos consejos y lo lograrás!
Un aspecto de suma importancia y que no puede estar fuera de las normas anteriores, es el hecho de organizar ante todo tu tiempo y dedicarlo, en justa medida a cada tarea, actividad o circunstancia. Es decir, debes ser estricto con el tiempo que dedicas a cada labor, a cada descanso o pasatiempo, para no ver pasar las horas y que al final del día te queden muchas de tus tareas o proyectos y obligaciones pendientes, en lista de espera, ya que esto haría que se acumulen «cosas por hacer» y terminas agobiado porque nunca ves terminada a tiempo ninguna tarea.
Por: Marynela Florido – Club de la Vida