Volver al trabajo después de las vacaciones siempre resulta difícil. Las largas jornadas laborales y la dificultad para conciliar vida laboral con espacios de disfrute, determinan que el famoso “síndrome pos-vacacional” genere en muchos trabajadores: estrés, malestar psíquico, tristeza, irritabilidad e incluso, depresión.
Para evitar estos síntomas y volver a la oficina con toda la energía, compartimos estos 7 consejos:
1. VUELVE A LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS CON CERO LAMENTACIONES Y AUTO-REFORZAMIENTO.
En los primeros días, tras el período de vacaciones, son normales los estados de negatividad y melancolía. Es necesario realizar un ejercicio de auto-reforzamiento y dejar de fijarse en las cosas negativas y premiarse por todo aquello que se haga bien. Está comprobado que practicar el auto-refuerzo ayuda a incrementar la autoestima y a tener un concepto positivo de uno mismo.
2. AL REGRESO DE LAS VACACIONES, DEJA TIEMPO PARA LA SOCIALIZACIÓN Y MOTIVACIÓN.
Es muy importante, hablar con los compañeros, escucharles. La socialización es la base de un buen y exitoso regreso a la actividad laboral. Comentar con ellos las vacaciones, ver cómo están todos en la misma situación, puede ayudar. Por otro lado, es bueno incorporar algo que motive en el puesto de trabajo, como, por ejemplo, comer fuera algún día, tener una nueva agenda o un bolígrafo.
3. PLANTÉATE UNA VUELTA AL TRABAJO ORGANIZADA.
Sin duda, es una de las máximas siempre, pero más en el momento en el que todo parece nuevo, y el trabajo está acumulado. Es vital realizar una planificación semanal y mentalizarse de que es imposible llegar a todo en poco tiempo.
4. OTORGA PRIORIDADES.
Relacionado con lo anterior es importante el hecho de aprender a dar prioridad. Es algo que parece lógico, pero que muchas veces no se pone en práctica. Saber priorizar hará que se pueda sobrellevar de modo óptimo la rutina.
5. NO TE PRECIPITES.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, si bien, es bueno encarar cuanto antes todas las actividades y las gestiones en el trabajo, también lo es que se necesita un tiempo de entrenamiento. De este modo, se evitará que se tomen decisiones precipitadas que podrán causar problemas posteriores.
6. VUELVE A LAS ACTIVIDADES, PERO RECUERDA IGUAL DESTINARTE TIEMPO DE DESCANSO Y RELAX.
Una vez envueltos en la vorágine del trabajo, muchas veces, se olvida dedicarse tiempo para uno mismo. Por eso, es muy conveniente realizar actividades placenteras, cosas, que se hacían en verano, pero que ahora también se pueden hacer: cenar con los amigos, tener una noche exclusiva con la pareja, etc.
7. EL OCIO NO SE ACABA AQUÍ.
Muchos tienen la creencia de que, una vez terminado el periodo de descanso, ya no se pueden llevar a cabo actividades de ocio. Esto es un gran error y de hecho, es conveniente, disfrutar del tiempo libre y planificar nuevas salidas, excursiones o practicar deporte.