La motivación personal al terminar un año es un indicador de dónde estamos. A veces, los últimos días por los encuentros con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo se facilita un estado de bienestar, del cual se hace cómplice hasta el entorno que se viste de luz, de adornos por doquier, y ni tomamos un tiempo para pensar en cómo vamos en el camino hacia otros 365 días.
Otros sin embargo, miran con cierto escepticismo el año que se avecina. Sobre todo, aquellos que perciben que el año que termina ha sido un “fracaso”. Y se interpreta como sinónimo de fracaso el no haber llegado a las expectativas durante esos 12 meses ya pasados. Y en realidad que no hayas llegado más lejos no es un fracaso. Es solo eso: que aún puedes hacer algo de manera diferente para llegar adonde quieres.
A veces, los datos que se manejan por los medios de difusión, incluso, acrecientan la desconfianza en un año diferente. La motivación personal decrece también y desde ahí, a veces la actitud es de espera, a ver qué pasa, más bien pasiva.
Sin embargo no hay que olvidar, que de los grandes momentos de depresión económica, los de mayor dificultad nacieron también las motivaciones personales y el empuje para la creatividad.
Por eso, el recuento de los meses que han pasado se puede convertir en motivación personal, si los tomamos como referencia para organizar nuestros pasos de otra manera. No todos se sientan al final del año, al menos unos minutos, y pasan balance de las distintas áreas de su vida, y programan su nuevo año.
Muchas veces no se sabe ni qué hacer con ese propio balance ni cómo organizar, programar el nuevo año. Y llegado a este punto, te invito a que te preguntes: ¿En qué podría estar enfocándome a partir de enero, para salir de la situación presente?, ¿Qué podría conocer, estudiar? ¿De qué personas podría rodearme?, ¿A quién podría escuchar, acudir? ¿Qué podría estar haciendo?
No dejes que la falta de motivación personal, arruine tu acción y camino hacia lo que esperas en este nuevo año. Prepárate, mantente abierto a lo nuevo, escúchate en lo profundo, mira con fuerza y ánimo esos 12 meses que están ahí a un paso. Saca tu luz, y contribuye. Como afirmaba, S. Covey, uno de los 7 hábitos de las personas altamente eficaces, es precisamente afilar la sierra, preparar el terreno para lo que se desea alcanzar. Así pues, dedica un tiempo del nuevo año a afilar la organización y planeación de tu vida. Y recuerda tu motivación personal, activa y sostiene el proceso de tu crecimiento.